La Vieja Casa (Parte ||)

Me encontraba ya dentro del caserón, empapada de arriba abajo y muerta de frío
-¡Por culpa de la lluvia me pondré enferma!- Pensé.
Aquel lugar era oscuro, muy oscuro, no se veía prácticamente nada y olía a humedad. Estaba empezando a perder los nervios, odio estar en sitios desconocidos a oscuras, me entra pánico.
Busqué dentro de mi mochila el móvil lo más rápido que pude y activé la linterna.
-¡Por fin luz!- 
Me encontraba en un pasillo, que no sabía donde conducía, para mí, en aquella casa, casi todo era desconocido. Y sí, digo ''casi todo'' porque había un olor que me resultaba un tanto.. familiar.
-Quizá familiar es demasiado exagerado, mas bien... conocido, sí, eso, conocido.- Pensé en voz alta.

Seguí avanzando lentamente con la tenue luz de la linterna. El móvil vibró. La batería se agotaría dentro de poco, y lo que menos quería en ese momento era perderme en la inmensa oscuridad de aquella casa.

Así que avancé lo más rápido que pude intentando no tropezar, en vano, como de costumbre.
Aunque esta vez no me hice daño, la siguiente podría salir lesionada o algo mucho peor.

Por fin llegué al final del descuidado pasillo. Frente a mí, se encontraba lo que parecía ser una puertecita de madera desgastada.

Esto me recuerda a las películas de terror en las que nada más abrir la puerta el asesino salta hacia a ti.
-Pero eso solo son películas- Me recordé para tranquilizarme.
Me armé de todo el valor que pude y empujé el manillar hacia abajo, con tan mala suerte que una corriente de aire hizo que la puerta se abriese de inmediato con un fuerte golpe.

Al entrar, el conocido olor se hizo más fuerte, inundaba toda la apagada habitación.
Definitivamente alguien había estado allí hace poco.

Me paseé intentando vislumbrar todo lo que se encontraba a mi alrededor.
Por supuesto tuve que tropezar con algo ¡Cómo no!

Me agaché hasta al suelo a tientas en busca de aquello que había hecho que perdiese el equilibrio, allí abajo solo había unos viejos papeles. Probablemente al abrir la puerta se habían caído con el aire.
Los iluminé con la luz e intenté leer las pocas palabras que se conservaban, pero fue inútil. El periódico estaba desgastado y la tinta de las letras estaba emborronada. Lo único que logré leer fue la fecha 08 de Noviembre de 1978 y lo que parecía un titular ''Asesino en serie acecha la ciudad''.