Mi incompleto puzzle
Estoy
tumbada en la cama, mirando al techo, como tantas veces hago. Pensando
en todos y cada uno de los momentos del día, en esos en lo que estoy
eufórica, en aquellos otros en los que, de repente, caigo en un extraño y
agonizante mundo de oscuridad. Y cuando estoy así, en esta postura, con los ojos inmersos en en
pasado, con los ojos inundados de lágrimas, lágrimas que intento
reprimir en vano, parpadeando una y otra vez, creando un nudo en mi
garganta, un nudo tan grande que impide el paso del aire, haciendome
respirar con dificultad y sumergiendome así en la profundo, oscuro,
vacío y frío lugar, que me estremece y marea. Y con esa horrible
sensación de vacío, que no puedo averiguar de donde procede.
Solo
se que con cada día que pasa, ahí sigue, matandome poco a poco,
atormetandome noche tras noche.
Hace que me cuestione si algún día
desapareceran las noches en vela, las noches pensado en los errores que
un día cometí y en las elecciones correctas que no elegí.
Y si tengo
que cargar con esta agonía, como todas las personas que habitan este
planeta, no sé si encontrare algún día algo que sustituya la parte que
parece haber sido arrancada de mi corazón. Con gusto os diría de que se
trata esa pieza que falta en mi puzle, pero lamentablemente siento
deciros que no lo sé. Y tal vez y solo tal vez es eso lo que me
mantiene inquieta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dadme vuestra opinión sobre las entradas y sobre el blog en general. No importa si es malo, eso me ayudará a mejorar. Muchas gracias.