¿Sabéis mi problema?
Creo que es mi subconsciente se encerró en un
cuarto oscuro, se sentó justo en la esquina y se abrazó las rodillas diciendo,
permaneceré aquí, solo, sin compañía, para que nadie pueda lastimarme jamás, y
helado, temblando de miedo y sintiéndose como muerto, se quedó allí, parado, exhausto
de tanto dolor y sin reaccionar más que con unas lágrimas cuando no puede más.
Unas gotas de agua que resbalan cuando el vaso está lleno, tan solo unas
pequeñas que se escapan.
Últimamente de lo único que tengo ganas es de sollozar a todas
horas, ganas de empezar y no parar, pero soy incapaz.
No consigo derramar ni una sola lágrima y no sé si alegrarme
o preocuparme.
Todos tenemos derecho a llorar cuando nuestro corazón nos lo
pide, cuando se lamenta, pero veo que el mío siempre desea lo imposible.
Tal vez deba echarle la culpa a esta dichosa mente, quizá eso
explique mi miedo irracional a querer e incluso a sentirme querida.
Es cierto que siempre estoy rodeada de gente, pero me siento
sola, podría quitar a dos personas, las únicas que son excepciones, pero
inclusive cuando no puedo más y noto que me hundo, en muchas de las ocasiones a
pesar de tenerlas ahí, a mí lado, es como si no estuvieran.
Me siento sola y vacía, como si algo faltase y no pudiese ser
reemplazado, al menos, por ahora.
Bueno y ésto por no hablar de expresar mis sentimientos, es algo
que me cuesta tantísimo, es decir, siempre estoy aterrorizada a que no sientan
lo mismo por mí, a contar lo que siento y que me rechacen una vez más.
Es que me lleno de angustia y no hay forma de sacarla de mí.
Y es irónico, pero muy cierto, la única persona que me hace
sentir así de mal, es la única que me puede tranquilizar.
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